viernes, 9 de agosto de 2013


Hadhrat Dharar bin Dhamura Kannani (uno de los principales partidarios de Ali (karamallahu wayha) ) fue ante Muawiyah después de la muerte de Ali (karamallahu wayha). Muawiyah le dijo: "Describeme a Ali"." A lo cual este le preguntó: "Amirul Mumineen-, ¿me puede eximir de describirlo?" "Yo no te excuso, debes describirlo para mí", respondió Muawiyah.

Hazrat dharar habló: acerca de Hazrat Ali, lo juro por Allah que, era una persona valiente y muy fuerte. Fue sencillo en lo que él dijo y gobernó con justicia. Trasmitio el conocimiento desde cada uno de sus ángulos, y derramó su inteligencia en todas las partes.
La belleza y ornamenttos del Dunya no le inquietaban. Juro por Allah que, lloraba copiosamente y meditado mucho. Le gustaba la ropa sencilla y preferia la comida tosca. Juro por Allah que, vivió entre nosotros como si fuera uno de nosotros. Cuando lo visitamos, nos sentabamos cerca de él y todo lo que preguntabamos, el lo respondía. A pesar de su sencillez y que se mezclaba con nosotros, no tuvimos el coraje de hablar con él a causa de nuestro temor y reverencia hacia él. Cuando se reía, sus dientes eran como perlas. Respetaba a los piadosos y amaba a los pobres. Nunca un hombre fuerte y rico tuvo la esperanza de ganar algo si actuaba mal, ni nunca un hombre pobre y débil dudo de su imparcialidad y su capacidad de hacer justicia. Yo soy testigo de Dios que yo lo vi en la oscuridad de la noche, en el mihrab, agarrándose la barba, temblando como si fue mordido por un animal venenoso. Lloraba como una persona de luto y su voz resuena aun en mi mente , cuando un día dijo y siguió repitiendo: "¡Oh mi Señor, oh mi Señor, mientrás que se humillan delante de Dios. Luego se dirigió al Dunya diciendo:" Usted me quiere engañar y me muestras tus bellezas. ¡Fuera de aquí, ir a engañar a otra persona. Sus sesiones son miserables y sus dificultades son fáciles. Ay de mi, ay de mi! La preparación de la Akhirah es poca, el viaje es largo, y el camino es peligroso.

Cuando hubo terminado su relato, Muawiyah empezó a llorar tanto que su barba estaba empapada de lágrimas secaba con sus puños. Las personas cercanas también lloraron. Muawiyah dijo: "Usted dijo la verdad, Abul Hassan era así, que Allah lo perdono. "Entonces le preguntó:" Dharar! ¿Qué tanto lloras la muerte de Ali? Dharar respondió, "Como una madre cuyo único hijo fue sacrificado en su regazo. Su llanto no puede parar y su dolor no puede disminuir.


Hayaatus-Sahaba
Shaij Muhammad Yusuf Khandlawi


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